Alliance Ginneries
Alliance Ginneries es una empresa de desmote de algodón que adquiere todas sus materias primas directamente de pequeños agricultores y agricultoras. En su historia de impacto, el director ejecutivo Umair Zavari explica cómo se asocia con ONGs para proporcionar servicios diferenciales a los agricultores y agricultoras y por qué Alliance se está pasando al algodón ecológico.
Para empezar, ¿puede presentarse brevemente?
Me llamo Umair Zaveri y soy el director ejecutivo de Alliance Ginneries. Mi familia está en el negocio del algodón desde hace tres generaciones.
¿Podría describir brevemente Alliance Ginneries?
Alliance Ginneries es una empresa que se dedica principalmente al desmote de algodón. Mi familia la fundó en la República Unida de Tanzania en 1997. En 2002 y en 2007-2008, nos expandimos a Zimbabwe y Zambia. Actualmente nos estamos adentrando en el procesamiento de algodón y soja ecológicos.
¿De qué modo se asocia su empresa con comunidades con bajos niveles de ingresos?
Adquirimos todas nuestras materias primas de pequeños agricultores y agricultoras, la mayoría de los cuales viven en áreas remotas y practican la agricultura de subsistencia. Les proporcionamos un mercado garantizado, servicios de extensión y otras formas de apoyo. Los agricultores y agricultoras son nuestros socios: para que sean rentables para nuestra empresa tienen que ser rentables para sí mismos o mismas.
¿Podría explicar más sobre el impacto que crean en comunidades rurales?
En primer lugar, creamos puestos de trabajo fuera de las grandes ciudades. En Zambia, tenemos ocho oficinas en áreas rurales, atendidas todas ellas por personal a tiempo completo. Asimismo, contratamos agricultores y agricultoras de referencia local y distribuidores cada temporada.
En segundo lugar, generamos un impacto directo en los agricultores y agricultoras con los que trabajamos. Al inicio de la temporada les proporcionamos insumos a crédito y recuperamos los préstamos después de la cosecha. Asimismo, les garantizamos precios de mercado justos. Esto les permite pagar las tasas escolares y los gastos médicos.
Un gran número de los agricultores y agricultoras con los que trabajamos también cultiva soja, porque no requiere mucha mano de obra y exige pocos insumos. Nos pidieron que les proporcionáramos un mercado y consideramos que era algo adecuado en términos empresariales. En junio empezaremos a procesar soja en Zambia.
Además, cooperamos con ONG para hacer un esfuerzo extra y ofrecer servicios comunitarios gratuitos. Por ejemplo, enseñamos a nuestros agricultores y agricultoras en Zambia y la República Unida de Tanzania cómo construir y mantener limpias las estufas de cocina. También, hasta la fecha, hemos brindado capacitación en prácticas agrícolas a más de 30 000 agricultores y agricultoras.
¿De qué modo su empresa causa impacto en las mujeres?
Solo en Zambia colaboramos con 264 grupos de mujeres y tenemos puntos focales de género a tiempo completo en todas las ubicaciones. El cultivo de algodón supone para las mujeres una fuente de ingresos independiente. Además, colaboramos con ONGs para realizar proyectos adicionales en los grupos con los mejores resultados. Por ejemplo, llevamos a cabo un proyecto con pollos en aldeas para ayudar a las mujeres a generar ingresos fuera de la temporada de cosecha.
¿A cuántas personas llega su empresa?
En función de la demanda, trabajamos con entre 50 000 y 100 000 pequeños agricultores y agricultoras cada año. También tenemos 290 empleados y empleadas a tiempo completo en la República Unida de Tanzanía y en Zambia y contratamos entre 1 200 y 1 400 agricultores y agricultoras de referencia en Zambia cada año. En Zimbabwe, hemos tenido que reducir nuestro negocio, pero esperamos volver a aumentarlo en escala cuando la situación general haya mejorado allí.
¿Qué hace que el modelo de negocio de su empresa sea financieramente viable?
Vendemos grandes cantidades de soja y algodón obtenidos de forma sostenible a grandes mercados. Para el algodón nuestros principales compradores son grandes empresas que operan fuera de Europa. Cada año producimos hasta 27 000 t de algodón en la República Unida de Tanzania y entre 8 000 y 26 000 t en Zambia. En Zimbabwe, en un día produjimos unas 30 000 t.
Si bien el mercado es competitivo, pocas empresas de algodón africanas se abastecen de forma tan sostenible como la nuestra. Contamos con la certificación de Cotton made in Africa, que establece elevados parámetros de sostenibilidad.
También aspiramos a producir unas 70 000 t de soja al año, que se venderá a refinadoras y al sector ganadero de África. En el sur y el este de África existe un déficit neto de harina de soja, pues adquieren cultivos modificados genéticamente de Brasil y Argentina.
¿Qué planes tiene su empresa para los próximos años?
No estamos pasando al algodón ecológico. Esto genera un beneficio triple: para los agricultores y agricultoras, la empresa y el medio ambiente.
Los agricultores y agricultoras verán incrementados sus ingresos netos porque los insumos para el cultivo de algodón ecológico son gratuitos. Asimismo, priorizaremos el precio —entre el 40 y el 50 % en comparación con el algodón convencional— a los productores y productoras.
Alliance Ginneries ya no necesitará nunca más distribuir costosos insumos a los agricultores y agricultoras sin saber si los préstamos se pueden recuperar. Por lo tanto, la agricultura ecológica reduce el riesgo meteorológico que asumimos.
Además, los productos químicos usados en la agricultura convencional van a parar a las aguas subterráneas. Sigue sin tenerse conocimiento de otras consecuencias a largo plazo. Por consiguiente, el medio ambiente también se beneficiará del cambio.
¿En qué punto de esos planes se encuentra su empresa?
En Zambia, somos la primera empresa en adentrarse en el sector del algodón ecológico. Empezamos a plantarlo en noviembre de 2020 y obtendrá la certificación ecológica en 2022 o 2023. Este es el tiempo que se tarda en extraer todas las sustancias químicas del suelo y obtener la certificación. Tenemos previsto involucrar a 20 000 cultivadores y cultivadoras de algodón.
En la República Unida de Tanzanía, ya nos encontramos en el tercer año de producción. El primer año teníamos 5 000 agricultores y agricultoras ecológicos, 12 000 en el segundo año y este año tenemos previsto llegar a los 20 000 agricultores y agricultoras ecológicos.
¿Qué necesitan para finalizar el cambio a la agricultura ecológica?
A mediados de abril recibimos una subvención a través del fondo Enterprise Zambia Challenge Fund de la Unión Europea. Esto nos ayudará a probar con carácter piloto el cultivo de algodón ecológico en Zambia.
Aparte de eso, estamos principalmente buscando socios corporativos en lo más alto de la cadena de valor. Producir una camiseta de algodón cuesta de uno a dos dólares, pero en algunos comercios se vende por cien dólares. Sería genial si alguno de esos minoristas devolviera parte de sus ganancias a los agricultores y agricultoras. Esto va en su propio interés, ya que la sensibilización hacia la sostenibilidad está aumentando entre los consumidores y consumidoras.
¿Qué retos ha superado Alliance Ginneries?
Nuestro mayor reto son los erráticos precios de los productos. En los últimos años, el precio de una libra de algodón convencional ha oscilado entre 40 céntimos y casi 2 USD. Cuando compramos algodón a los agricultores y agricultoras es difícil explicarles que estamos sujetos a los precios del mercado mundial.
Asimismo, el cambio climático ha amplificado los riesgos meteorológicos. En Zambia, hemos pasado dos sequías en los últimos cuatro años. Intentamos mitigar este riesgo con el cambio al cultivo ecológico.
Además, el costo de hacer negocios en áreas rurales es muy elevado. Las distancias son una locura y las infraestructuras no están bien desarrolladas. En esas áreas colaboramos con ONGs que subvencionan los cursos de capacitación y nos ayudan a brindar apoyo a los agricultores y agricultoras.
¿Qué les motiva a seguir adelante pese a estos problemas?
Estamos trabajando con comunidades vulnerables que han tenido escasas oportunidades en la vida. Necesitan el efectivo que les proporcionamos para cubrir el costo de la vida.
¿Qué recomiendan a otros emprendedores y emprendedoras de negocios inclusivos?
Ser perseverantes.
Las historias de impacto han sido producidas por la red Inclusive Business Action Network (iBAN, por sus siglas en inglés). Han sido creadas en estrecha colaboración con las personas emprendedoras y equipos destacados. La producción de esta historia de impacto ha corrido a cargo de Susann Tischendorf (concepto), Hong Anh Dao (vídeo), Katharina Münster (texto y gráficos informativos), Christopher Malapitan (ilustraciones), y Alexandra Harris (edición). La música está libre de derechos de autor. Las fotografías son cortesía de Alliance Ginneries.
Última actualización: 7.2021.