PHINMA Education
PHINMA Education reduce la pobreza en Filipinas ofreciendo educación de calidad a estudiantes procedentes de familias con bajos ingresos. No solo cobra a estudiantes una tasa reducida, sino que ofrece becas al alumnado cualificados en base a la puntuación que obtengan en el Poverty Probability Index (índice de probabilidad de pobreza). Por lo general, reciben becas hasta el 60 % de toda la población estudiantil. Estas intervenciones no abordan solo sus necesidades financieras y académicas, sino que también tratan sus problemas psicosociales. Esto les ayuda a conseguir un empleo remunerado.
Para empezar, ¿puede presentarse brevemente?
Mi nombre es Dr. Chito B. Salazar, soy presidente y CEO de PHINMA Education. Además, soy cofundador de Philippine Business for Education, un grupo de promoción de políticas. Mi propia misión personal ha sido siempre reducir la pobreza en Filipinas. Lo hago a través de la educación porque estoy familiarizado con el sector.
¿A qué se dedica PHINMA Education?
Poseemos y gestionamos una red de instituciones de educación universitaria, principalmente en Filipinas. Los centros ofrecen títulos universitarios a estudiantes con bajos niveles de ingresos. Nuestra misión consiste en mejorar las vidas de nuestros y nuestras estudiantes a través de la educación. Somos un negocio rentable, pero la misión es el motor que lo mueve todo. También, desde una perspectiva empresarial, tiene sentido dirigirse a los y las estudiantes con bajo nivel de ingresos en lugar de competir por el segmento de altos ingresos.
¿De qué modo hacen accesible la educación universitaria a los y las estudiantes con bajos niveles de ingresos?
Existen dos tipos de problemas de accesibilidad y las tasas académicas son el problema más fácil. Para mantener los precios bajos, hemos identificado aspectos que mejoran la eficiencia y eliminado todo aquello que no es esencial para la educación. Por ejemplo, no instamos a al profesorado universitario a publicar. En consecuencia, solo cobramos 300 USD por semestre. También ofrecemos becas a aproximadamente el 60 % de estudiantes, que solo pagan 200 USD por semestre, e incluso menos durante la pandemia.
La parte más difícil es que la mayoría de estudiantes se han graduado en centros de educación secundaria estatales y sus competencias en lectura y matemáticas son deficientes. Solo disponemos de cuatro años para brindarles la preparación necesaria para obtener un título universitario, lo que implica un examen estatal estandarizado. Nos ha llevado entre cinco y siete años desarrollar nuestro plan de estudios. Actualmente, tenemos unas tasas de aprobados de aproximadamente el 80 %, las mismas que en algunos de los centros privados de élite.
¿Cómo preparan a los y las estudiantes para los exámenes estatales?
No solo abordamos sus deficiencias académicas, sino también sus necesidades sociales. La pobreza afecta a las personas no solo en términos económicos, sino que va aparejada de toda una serie de retos sociales y mentales. A un gran número de estudiantes les falta confianza, no están acostumbrados a la vida en la ciudad y nunca antes se les había desafiado intelectualmente. Entre el 65 y el 75 % son estudiantes de primera generación, así que carecen de personas mentoras y de modelos a seguir. A través de nuestro “Programa de éxito estudiantil” (SSP, por sus siglas en inglés), estamos desarrollando su capacidad de tener más confianza y abordar sus necesidades desde una perspectiva holística.
¿Cómo mejora la educación universitaria la vida de sus estudiantes?
Aproximadamente el 80 % de estudiantes encuentran trabajo en los primeros doce meses después de su graduación. Entre los y las estudiantes con empleo, alrededor del 60 % ha encontrado trabajo muy relacionado con su área de estudios. En promedio, recuperan lo invertido en su educación en un plazo de un año.
Asimismo, hacer accesible la educación universitaria a todas las personas reduce las desigualdades y mejora las vidas de las comunidades de estudiantes. Un gran número de ellas estudian para ayudar a sus familias. Una vez han encontrado empleo, ayudan a sus padres en la obtención de ingresos.
¿A cuántos estudiantes llega PHINMA Education?
En 2004, empezamos con solo un centro y 5 000 estudiantes. Actualmente, tenemos nueve centros en Filipinas y uno en Indonesia. Formamos a 95 000 estudiantes, entre las cuales, el 65 y el 75 % proceden de hogares en los que se perciben menos de 300 USD al mes.
La mayoría de estudiantes vienen directamente de centros de enseñanza secundaria de segundo ciclo y tienen 18 años cuando se inscriben en nuestros centros. Algo más de la mitad son mujeres. Actualmente, estamos pensando en fórmulas para atraer a más mujeres hacia carreras como Ingeniería.
¿Qué harían los y las estudiantes sin PHINMA Education?
Muchos centros ofrecen tasas académicas asequibles, pero no se ocupan de la calidad. Sin PHINMA Education, muchos estudiantes acabarían en uno de esos centros y no obtendrían un título académico que mejorase su calidad de vida.
¿De qué modo miden el impacto que generan?
Medimos los productos académicos de la comunidad de estudiantes y hacemos un seguimiento de su situación de empleo tras la graduación. Además de medir estos productos, estamos buscando formas de cuantificar la reducción de la pobreza en las familias de los estudiantes.
¿Qué hace que su modelo sea financieramente viable?
Aplicamos un modelo de elevado volumen y bajo precio. Para aumentar nuestros ingresos, tenemos que aumentar el número de estudiantes. Esto funciona porque el mercado de la educación desatendido es muy amplio en Filipinas. Todas las familias quieren tener un universitario o una universitaria. El secreto es ofrecer alta calidad a bajo precio.
¿Podría revelar cuáles son sus ingresos anuales?
Para el actual ejercicio tenemos previsto obtener unos ingresos anuales de 70 mill. USD. Nuestro beneficio neto después de impuestos será de unos 20 millones. En unos cinco años, según nuestras previsiones, nuestros ingresos anuales alcanzarán los 220 mill. USD.
¿Cuáles son las principales razones de su éxito?
En primer lugar, tenemos claro quién es nuestro mercado. A todos nuestros altos directivos y directivas se les exige visitar los hogares de estudiantes y pasar tiempo en los centros. Así podemos asegurarnos de satisfacer sus necesidades.
En segundo lugar, nuestra misión compete a toda la comunidad en cascada. Los y las miembros de nuestras facultades están dispuestos a dedicar un tiempo extra al conjunto de estudiantes.
En tercer lugar, somos flexibles. Estamos ahí para ayudar a los y las estudiantes, así que nos ajustamos a sus necesidades. Una de las innovaciones que estamos considerando justamente ahora es crear centros de aprendizaje pop-up en las comunidades. La comunidad de estudiantes pueden acudir a ellos si la pandemia les impide desplazarse hasta los centros reales.
¿Han recibido algún apoyo externo?
No recibimos ninguna clase de asistencia técnica ni subvenciones estatales. En lugar de ello, hemos recibido inversiones en el capital propio por parte del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), del Banco de Desarrollo Empresarial FMO de los Países Bajos, y Kaizenvest, un grupo de capital inversión con sede en la India. Estas instituciones poseen aproximadamente el 20 % de la empresa y han brindado asesoramiento a nuestros directivos.
¿De qué modo tienen previsto expandir su alcance?
Prevemos llegar a 300 000 estudiantes para 2026. Se trata de una proyección basada en el número actual del alumnado de secundaria. Para ello, ampliaremos los centros que ya tenemos y adquiriremos nuevos centros en Filipinas e Indonesia. También estamos planeando entrar en un tercer país hasta 2025, posiblemente Viet Nam o Camboya.
¿Qué necesitan para lograr una ampliación en escala?
El mayor reto es que nuestros sistemas de administración aún no están preparados para un crecimiento rápido. La mayoría de los proveedores que ofrecen sistemas de administración de centros educativos o herramientas de exámenes en línea son demasiado caros para el cuerpo de estudiantes. Necesitamos encontrar uno que funcione bien y que sea asequible.
¿Qué más buscan?
Estamos intentando encontrar almas gemelas en todo el mundo para intercambiar ideas y mejores prácticas.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta PHINMA Education?
No gestionamos universidades tradicionales: la finalidad que persiguen nuestros centros es ayudar a ha causado algún que otro problema de tipo normativo porque muchos requisitos gubernamentales aumentan el costo de la educación. También tuvimos que persuadir a nuestra propia dirección para que se replantease su idea de educación universitaria.
Asimismo, la tasa de abandono también es un problema continuo. Aproximadamente el 70 % de nuestros y nuestras estudiantes de primer año no llega a los exámenes finales, algo menos que el 77 % previo. Hemos desarrollado sistemas de retención, como las visitas a domicilio por parte de miembros de la facultad para lograr su permanencia.
¿Cómo han afrontado la pandemia de COVID-19?
En Filipinas se suspendieron las actividades no esenciales durante más de un año. Para llegar a nuestros y nuestras estudiantes, hemos desarrollado un modelo combinado con mentorías en línea. Redujimos los requisitos de Internet al mínimo, porque un gran número de estudiantes no tienen acceso a dispositivos ni conectividad. También nos hemos asociado con empresas de telecomunicaciones para suministrar mensualmente datos móviles adecuados a nuestros y nuestras estudiantes. El mercado apreció nuestro modelo, así que el número de estudiantes creció.
¿Qué les inspira a seguir adelante?
Estamos muy enfocados en nuestra misión, es la estrella que nos guía.
¿Qué recomendaciones pueden hacer a otras empresas inclusivas?
Todas las empresas sociales deberían guiarse por las buenas acciones que realmente desean realizar. Su misión debe ser lo primero y guiar todo lo demás. También necesitan realmente llegar a conocer el mercado. Asimismo, tienen que encontrar almas gemelas que trabajen para ellas. Tener a bordo a las personas equivocadas daña la misión.
Las historias de impacto han sido producidas por la red Inclusive Business Action Network (iBAN, por sus siglas en inglés). Han sido creadas en estrecha colaboración con las personas emprendedoras y equipos destacados. La producción de esta historia de impacto ha corrido a cargo de Susann Tischendorf (concepto), Sara Karnas (vídeo), Katharina Münster (texto), Olachio Opara (gráficos informativos), Christopher Malapitan (ilustraciones), y Alexandra Harris (edición). La música está libre de derechos de autor. Las fotografías son cortesía de PHINMA Education.
Última actualización: 1.2022.