HARA
HARA mejora las vidas de las pequeñas agricultoras en Indonesia con el propósito de lograr una economía colaborativa sostenible. Crea empleos para luchar contra la pobreza rural a la vez que empodera y capacita a las mujeres para que se conviertan en “agroemprendedoras”. HARA también coordina con entidades bancarias y compañías de seguros para ofrecer servicios financieros a dichas agricultoras.
Para empezar, ¿puede presentarse brevemente?
Me llamo Regi Wahyu, soy el CEO de HARA. Cofundé la empresa en Indonesia en 2015.
¿A qué se dedica HARA?
Yo mismo crecí en una aldea. Eso me enseñó mucho sobre cómo establecer contactos y sobre la importancia de la sinceridad. Entiendo la forma de vivir de la gente de las aldeas, por lo cual me relaciono como si fueran mis amigos y amigas. En HARA, creamos empleos para luchar contra la pobreza rural y empoderar a las mujeres. Mi objetivo final es crear una economía colaborativa sostenible.
¿Qué hace HARA para alcanzar estos objetivos?
Capacitamos a las mujeres locales para que se conviertan en “agroemprendedoras” (básicamente agentes de campo). Gestionan grupos de agricultoras que viven en la misma aldea y que cultivan productos como maíz y arroz en sus huertas. Las agroemprendedoras ofrecen a esas agricultoras capacitación sobre buenas prácticas agrícolas y formación financiera.
Además, recopilan datos sobre las agricultoras. HARA coordina entonces con entidades bancarias y compañías de seguros, que utilizan estos datos para ofrecer servicios financieros a las agricultoras. Entre otras cosas, las agricultoras reciben préstamos en especie: el dinero va directamente a los pequeños comercios familiares locales, llamados “HARA Depots”. Las agricultoras van allí y recogen sus insumos directamente. Al final de la temporada, compramos sus productos y se los vendemos a los usuarios y usuarias finales.
¿Cómo se benefician de su modelo las agroemprendedoras, las agricultoras y los y las comerciantes?
Para las agroemprendedoras el principal valor son los puestos de trabajo. Muchas mujeres rurales emigran a las ciudades dejando a sus hijos detrás. Con nosotros, pueden mantener a sus familias y enviar a sus hijos e hijas al colegio sin salir de la aldea.
Para las agricultoras, la primera ventaja es muy simple: medimos por ellas el tamaño y la forma de sus tierras. Esto ya tiene valor por sí mismo, pero también guarda relación con la segunda ventaja: pueden acceder a préstamos bancarios y adquirir seguros para los cultivos. Sin HARA, quedarían a merced de los tiburones prestamistas.
Al igual que en el caso de los pequeños comercios familiares, le ofrecemos capacitación en técnicas de comercialización y gestión de ventas al por menor. Esto les permite aumentar su rentabilidad. Asimismo, se benefician de los préstamos en especie.
¿Cuántos beneficios perciben estos grupos gracias a la colaboración con HARA?
Cada año, las agroemprendedoras aumentan sus ingresos un 80 % en promedio. Las agricultoras registran un aumento anual del 86 %, lo que se traduce en un incremento del 35 % en los ingresos a nivel familiar. Los comercios ven aumentados sus beneficios en un 70 % anual.
¿Por qué las entidades bancarias y las compañías de seguros forman parte de su sistema?
Los últimos tres años aprendí que las entidades bancarias y las compañías de seguros realmente desean acceder a este mercado sin explotar. Lo llaman el territorio invisible, porque no existen datos al respecto.
Una de nuestras misiones consiste en resolver esta asimetría respecto a la información. Ponemos conocimientos que solo están disponibles en un nivel de la pirámide a disposición de todos los niveles. Las entidades bancarias y las compañías de seguros obtienen los datos que necesitan para calcular riesgos. Las propias agricultoras reciben formación financiera y pueden elegir a los proveedores con los que desean cooperar. Es lo maravilloso de esto: el derecho a elegir recae en las agricultoras.
A través de las agroemprendedoras es mucho más fácil para las entidades bancarias acceder físicamente a estos clientes. El desembolso de préstamos en especie a través de los pequeños comercios familiares también reduce el riesgo de impago frente a los préstamos en efectivo.
¿Qué tipo de datos recopilan?
Recopilamos datos sobre la identidad básica de las agricultoras, sobre el tamaño y la forma de sus tierras y sobre su productividad. Esto nos permite formularles recomendaciones durante toda la temporada. Además, recopilamos datos ecológicos sobre aspectos como plagas que afectan a las plantas o patrones de lluvia. Nuestro equipo analítico usa esta información para crear modelos sobre propagación de enfermedades. Por último, recopilamos datos transaccionales sobre los productos que utilizan las agricultoras.
¿A cuántas personas llega HARA?
Colaboramos con 35 000 agricultoras en 670 aldeas. Si se añaden los miembros de sus familias, llegamos a 130 000 personas. Además, empleamos a 1 800 agroemprendedoras y cooperamos con 280 comercios locales.
¿De qué modo miden el impacto que generan?
Medimos el aumento de los ingresos para agroemprendedoras, agricultoras y HARA Depots. Además, supervisamos el número de personas y empresas en nuestras redes.
También estamos colaborando con un socio para elaborar una teoría de cambio. Esto nos permitirá medir los insumos, los productos y los resultados directos de forma más exhaustiva y a nivel de sistemas.
¿Qué hace que el modelo de negocio de su empresa sea viable?
Cobramos una comisión por cada transacción y comercializamos los cultivos producidos. Todos los ingresos se dividen entre la empresa (45 %), las agricultoras (50 %) y las agroemprendedoras (5 %). Cada agroemprendendora se ocupa de 60 agricultoras, de modo que ganan más en términos acumulativos. Con nuestra cuota, gestionamos nuestras operaciones y ampliamos el negocio en escala. Nunca he ganado un dividendo.
Nuestros flujos de caja han sido positivos desde 2019. El año pasado obtuvimos unas ganancias de unos 500 000 USD. Este año vamos camino a ganar un millón de dólares. El año que viene tenemos planificado volver a cuadruplicar nuestros ingresos.
¿Han recibido algún apoyo externo?
Recibimos fondos de capital de riesgo de tres instituciones en 2019. Además, recibimos financiamiento en forma de subvenciones del Gobierno australiano y profesores y profesoras universitarios nos ayudan a capacitar a las agroemprendedoras.
¿Qué planes tiene su empresa para los próximos años?
Nuestro modelo es dinámico. En los próximos 5 a 10 años, nos gustaría que llegase al menos al 30 % de los 34 millones de productores y productoras que viven en Indonesia. Esperamos que otras empresas repliquen nuestro modelo —ya hay algunos planes al respecto—.
La propia HARA también se expandirá, tanto dentro de Indonesia como internacionalmente. Nuestro modelo es replicado en 8 países a lo largo del ecuador. En 2024, queremos expandirnos a Uganda. Ya tengo a una persona trabajando allí para explorar el mercado.
También tengo un plan algo disparatado de poner en contacto a las agricultoras y a jugadores y jugadoras en línea en una especie de simulador de una explotación agrícola real. Los beneficios se dividirán entre las agricultoras y los jugadores y jugadoras. El lanzamiento está previsto para el año próximo y estoy muy emocionado al respecto.
¿Qué necesitan para llevar a cabo esos planes?
Necesitaremos algo de capital circulante para nuestra expansión, pero a partir de junio de 2022. Hasta entonces, tenemos todo lo que necesitamos.
¿Qué retos han superado ya?
El mayor reto es encontrar talento con las habilidades y la mentalidad correctas. La mayoría de las personas desean trabajar en grandes edificios con aire acondicionado, no en el suelo con los bichos y el polvo. Si se encuentra a las personas adecuadas, trabajan como locas.
También fue difícil establecer los incentivos correctos. Anteriormente, pagábamos a las agroemprendedoras por puntos de datos recopilados, lo que originó un fraude masivo. Ahora, simplemente compartimos los ingresos. Eso funciona mucho mejor.
¿Qué les inspira a seguir adelante pese a estos problemas?
Quiero devolver algo a la sociedad que me ha sacado adelante.
¿Qué recomendaciones pueden hacer a otras empresas?
La empatía no basta. Es necesario experimentar en primera persona la forma en que vive la gente y sentir sus problemas como propios. No se puede ir ahí y decir: “Voy a ayudaros”. No tienes ni idea de nada y no puedes resolver ningún problema.
Cuando puse en marcha HARA, viví en una aldea durante dos años. Al principio, la forma en que hablaba y me vestía fue un gran obstáculo. Luego, tras haber vivido entre esas personas durante un tiempo y haber sufrido picaduras de bichos por todas partes, me aceptaron y pudimos crear soluciones juntos.
Las historias de impacto han sido producidas por la red Inclusive Business Action Network (iBAN, por sus siglas en inglés). Han sido creadas en estrecha colaboración con las personas emprendedoras y equipos destacados. La producción de esta historia de impacto ha corrido a cargo de Susann Tischendorf (concepto), Sara Karnas (vídeo), Katharina Münster (texto y gráficos informativos), Christopher Malapitan (ilustraciones), y Alexandra Harris (edición). La música está libre de derechos de autor. Las fotografías son cortesía de HARA.
Última actualización: 09.2021.