Myanmar Belle Company Limited
Myanmar Belle Company produce verduras y hortalizas congeladas y deshidratadas destinadas a la exportación a Japón. Gracias a su modelo de agricultura por contrato, mejora las vidas de 3 500 pequeños agricultores y agricultoras. Además, proporciona ingresos y oportunidades de capacitación a las trabajadoras fabriles.
Para empezar, ¿puede presentarse brevemente?
Me llamo Ye Myint Maung y soy el presidente de Myanmar Belle Company. La fundé como empresa comercial en 1995 y la amplié a la agricultura por contrato en 2010. Ahora producimos diversas clases de verduras y hortalizas congeladas y deshidratadas: repollos, zanahorias, mangos, espinacas, ocras, malanga y frijoles.
¿Por qué ha ampliado la empresa a la agricultura por contrato?
Los agricultores y agricultoras son la columna vertebral de nuestro país. Quiero proporcionarles un mercado fiable.
¿Cómo funciona su modelo de agricultura?
Antes de celebrar contratos, estimamos la cantidad que producirán por acre los agricultores y agricultoras y el benefició que obtendrán. En los contratos, garantizamos la compra de todos esos cultivos a un precio fijo. Si producen más, compramos más. Si las condiciones meteorológicas son adversas y tienen pérdidas, les indemnizamos la mitad. Además, proporcionamos insumos y capacitación. Para ayudar a los agricultores y agricultoras a cubrir costos adicionales del costo de vida y de la mano de obra, dirigimos un instituto de microfinanzas.
¿De qué otra manera incluye su empresa a las comunidades con bajos niveles de ingresos?
Una vez hemos comprado los cultivos a los agricultores y agricultoras, los procesamos en nuestras fábricas en Heho, el Estado de Shan meridional y Nay Pyi Taw. En lugar de producir materias primas para China, exportamos productos con valor añadido —frutas, verduras y hortalizas congeladas y deshidratadas— a Japón. Esto crea puestos de trabajo en el país.
¿Cómo se benefician los agricultores y agricultores de su modelo de negocio?
Pueden duplicar o incluso cuadruplicar sus ingresos. Esto también estimula el desarrollo rural en las regiones en las que se cultivan nuestros productos: el Estado de Shan y los alrededores de Mandalay y Nay Piy Taw. En Kayah, ofrecíamos una alternativa al cultivo de opio hasta que dejamos de trabajar allí este año.
¿De qué modo estimula el desarrollo rural su modelo de negocio?
Lo más importante es que invertimos conjuntamente en educación.
En los contratos, todos los agricultores y agricultoras acuerdan destinar el 20 % de sus beneficios a la educación de sus hijos e hijas. También proporcionamos becas. Como resultado, la cuota de niños y niñas que asisten a los centros de educación primaria se ha incrementado en un 9 % en las aldeas en las que estamos trabajando. Los números se han duplicado en el caso de los y las estudiantes de secundaria de primer ciclo y se ha registrado un incremento del 20 % en la asistencia a educación secundaria de segundo ciclo. Algunos agricultores y agricultoras incluso envían a sus hijos e hijas a la universidad. Cuando crecen, les ofrecemos trabajar en prácticas y los y las contratamos posteriormente.
¿Qué hay de los trabajadores y trabajadoras fabriles?
Pueden percibir unos ingresos estables de entre 150 y 1 500 USD al mes sin tener que emigrar. Además, ofrecemos oportunidades de capacitación y becas. Algunos y algunas viajan a Japón para estudiar, otros van a la universidad en Myanmar. A cambio de las becas, se comprometen a trabajar para nuestra empresa entre tres y cinco años después de graduarse.
¿A cuántas personas llega su empresa?
Colaboramos con 3 500 agricultores y agricultoras por contrato, incluidas 2 800 mujeres. Además, empleamos de 800 a 1 000 personas en plantilla.
El 70 % de nuestros empleados y empleadas son mujeres. Incluso en el Consejo de Administración, tenemos más mujeres que hombres: el 70 %. Asimismo, el 55 % de nuestros empleados y empleadas proceden de grupos étnicos minoritarios. Para mí es importante crear oportunidades para ellos y ellas.
¿De qué modo miden el impacto que generan?
Lo medimos mediante estándares, que también recomiendo a otros emprendedores y emprendedoras. Esto nos ayuda a definir nuestra estrategia y evaluarla exhaustivamente.
Nuestros principales indicadores son el número de hogares alcanzados, la productividad y rentabilidad de los agricultores y agricultoras y la educación de sus hijos e hijas. Queremos medir los cambios a largo plazo.
¿Dónde vende sus productos?
Principalmente exportamos a Japón. He vivido allí veinte años, así que conozco muy bien el país. En Japón, la demanda de nuestros productos es elevada. Los niños y niñas japoneses, por ejemplo, añaden zanahorias o repollos deshidratados a su arroz si no quieren tomar verduras frescas.
Los estándares de seguridad alimentarios en Japón son muy elevados. Cuando hayamos cumplido íntegramente todos ellos podremos exportar nuestros productos a cualquier parte.
¿Por qué no producen también para el mercado nacional de Myanmar?
Aquí la demanda de alimentos congelados y deshidratados es baja. En su lugar, la mayoría de las personas compran verduras y hortalizas frescas. Además, si exportamos a Japón, podemos pagar precios más altos a los agricultores y agricultoras.
¿Cuál es su propuesta de valor para los consumidores y consumidoras?
Queremos asegurar que nuestros cultivos sean seguros para el consumo de todas las personas. Por ese motivo, nuestros productos no contienen sustancias químicas; acabamos de recibir nuestra certificación GlobalG.A.P. y cumplimos, además, con otros estándares. Para garantizar dicho cumplimiento, capacitamos a nuestro personal y a los agricultores y agricultoras sobre técnicas de control de plagas y cuidados luego de la cosecha.
¿Podría revelar cuáles son los ingresos anuales de Myanmar Belle Company?
Nuestros ingresos anuales han ido aumentando a lo largo de los años, de 5 mill. USD en 2016 a 6 mill. USD en 2018 y 8 mill. USD en 2020. El 80 % de nuestros ingresos procede de la agricultura por contrato, el resto de mi negocio minorista.
Durante la pandemia de COVID-19, nuestros ingresos se han seguido incrementando. Empezamos a preparar protocolos de seguridad tan pronto como aumentaron los casos en China. Así, pudimos seguir operando durante toda la crisis.
¿Qué planes tiene su empresa para los próximos años?
Queremos llegar a 5 000 explotaciones agrícolas familiares en los próximos dos años.
Además, queremos digitalizar la mayoría de nuestros procesos para recolectar datos de campo más fiables. Queremos rastrear nuestros productos de la explotación agrícola a la fábrica y hacer un seguimiento de todos los insumos de explotación. Esto nos ayudará a mejorar la seguridad alimentaria y a recortar costos para todo el mundo.
También ampliaremos nuestra gama de productos para incluir encurtidos, pastas y condimentos. Nuestro propósito es comprar todos los cultivos que están produciendo los agricultores y agricultoras.
¿Qué puede señalar en su historial que demuestre el potencial del crecimiento rentable?
Myanmar Belle Company es pionera: somos el primer productor de verduras y hortalizas deshidratadas y congeladas en Myanmar. Al ampliar en escala, generamos un triple beneficio para la empresa, las comunidades y los consumidores y consumidoras. Cuando abrimos nuevas fábricas y compramos más materias primas, llegamos a más trabajadores y trabajadoras y explotaciones agrícolas familiares. Al mismo tiempo, más consumidores y consumidoras obtienen acceso a productos seguros y asequibles fabricados en Myanmar.
¿Qué necesitan para llevar a cabo esos planes?
Estamos buscando inversión adicional, principalmente para nuestros proyectos de TIC y para desarrollar nuevos productos.
¿Qué retos han superado usted y su empresa?
Tenemos el desafío de convencer a los agricultores y agricultoras de que sigan nuestras normas. Hemos tenido que demostrarles que al seguir las directrices aumentan sus rendimientos y beneficios.
También es difícil encontrar mano de obra cualificada. Un gran número de personas con talento se va al extranjero a estudiar, pero no regresa a Myanmar. Las becas que proporcionamos son una manera de superar esta dificultad.
Los insumos también se han vuelto costosos, especialmente debido a que tenemos que usar semillas nuevas para adaptarnos al calentamiento global. Alentamos a los agricultores y agricultoras a usar fertilizantes caseros, que también son mejores para el medio ambiente.
¿Qué les motiva a seguir adelante pese a estos problemas?
Los agricultores y agricultoras son la columna vertebral de nuestro país y realmente deseo brindarles mi apoyo. Yo mismo vengo de una familia de agricultores y agricultoras, por lo que es importante para mí. Además, me gustaría ver más productos “made in Myanmar” por todo el mundo.
¿Qué recomendaciones pueden hacer a otras empresas inclusivas?
Mi negocio se basa en la agricultura y los alimentos. Creo que los hábitos alimenticios dependen de dos factores: educación y dinero. En un país en desarrollo como el nuestro tenemos que educar a las personas para elegir alimentos saludables en lugar de solo comer para sobrevivir.
Las historias de impacto han sido producidas por la red Inclusive Business Action Network (iBAN, por sus siglas en inglés). Han sido creadas en estrecha colaboración con las personas emprendedoras y equipos destacados. La producción de esta historia de impacto ha corrido a cargo de Susann Tischendorf (concepto), Sara Karnas (vídeo), Katharina Münster (texto y gráficos informativos), Christopher Malapitan (ilustraciones), y Alexandra Harris (edición). La música está libre de derechos de autor. Las fotografías son cortesía de Myanmar Belle Company.
Última actualización: 11.2021.